jueves, 26 de noviembre de 2009

COMENTARIOS DE LAS OBRAS DE MÁRQUEZ




La hojarasca (1995).
En La hojarasca nació Macondo, ese poblachón cercano a la costa atlántica colombiana que ya se ha convertido en uno de los grandes mitos de la literatura universal. En él transcurre la historia de un entierro imposible. Ha muerto un personaje extraño, un antiguo médico odiado por el pueblo, y un viejo coronel retirado, para cumplir una promesa, se ha empeñado en enterrarle frente a la oposición de todo el poblado y sus autoridades. Como en una tragedia griega –el libro lleva como lema una cita de Antígona, que recuerda la prohibición de enterrar el cuerpo de Polinice– el viejo coronel, su hija y su nieto van a cumplir la ominosa tarea. La acción, compuesta por la descripción de los preparativos para el entierro –una media hora– y los recuerdos de un cuarto de siglo de la historia de Macondo, de 1905 a 1928, se narra a través de los pensamientos de estos tres personajes.

Cien años de soledad (1967).
«Muchos años después, frente al pelotón de fusilamiento, el coronel Aureliano Buendía había de recordar aquella tarde remota en que su padre lo llevó a conocer el hielo.» Con estas palabras empieza una novela ya legendaria en los anales de la literatura universal, una de las aventuras literarias más fascinantes de nuestro siglo. Millones de ejemplares de Cien años de soledad leídos en todas las lenguas y el premio Nobel de Literatura coronando una obra que se había abierto paso «boca a boca» –como gusta decir el escritor– son la más palpable demostración de que la aventura fabulosa de la familia Buendía-Iguarán, con sus milagros, fantasías, obsesiones, tragedias, incestos, adulterios, rebeldías, descubrimientos y condenas, representaba al mismo tiempo el mito y la historia, la tragedia y el amor del mundo entero.

Crónica de una muerte anunciada (1981).
Acaso sea Crónica de una muerte anunciada la obra más «realista» de Gabriel García Márquez, pues se basa en un hecho histórico acontecido en la tierra natal del escritor. Cuando empieza la novela, ya se sabe que los hermanos Vicario van a matar a Santiago Nasar –de hecho ya le han matado– para vengar el honor ultrajado de su hermana Ángela, pero el relato termina precisamente en el momento en el que Santiago Nasar muere. El tiempo cíclico, tan utilizado por García Márquez en sus obras, reaparece aquí minuciosamente descompuesto en cada uno de sus momentos, reconstruido prolija y exactamente por el narrador, que va dando cuenta de lo que sucedió mucho tiempo atrás, que avanza y retrocede en su relato y hasta llega mucho tiempo después para contar el destino de los supervivientes. La acción es, a un tiempo, colectiva y personal, clara y ambigua, y atrapa al lector desde un principio, a pesar de que conoce el desenlace de la trama. La dialéctica entre mito y realidad se ve potenciada aquí, una vez más, por una prosa tan cargada de fascinación que la eleva hasta las fronteras de la leyenda.

GABRIEL GARCÍA MÁRQUEZ Y EL PREMIO NOBEL DE LITERATURA

DISCURSO DE AGRADECIMIENTO

"Me atrevo a pensar que es esta realidad descomunal, y no solo su expresión literaria, la que este añora merecido la atención de la Academia Sueca de la letras. Todas las criaturas de aquella realidad desaforada hemos tenido que pedirle muy poco a la imaginación porque el desafío mayor para nosotros ha sido la insuficiencia de los recursos convencionales para hacer creíbles nuestra vida. Este es el nudo de nuestra soledad."

concluyo: el de "una nueva y arrasadora utopía de la vida, donde nadie pueda decidir por otros hasta la forma de morir, donde de vera será cierto el amor y sea posible la felicidad, y donde las estirpes condenadas a cien años de soledad tengan por fin ya para siempre una segunda oportunidad sobre la tierra"

Con parte de los 157 mil dólares que gana con el Nóbel, decide "fundar un diario en Colombia con periodistas menores de treinta años, para que adquieran el oficio como se debe. Un diario destinado a exaltar los valores fundamentales del hombre, sin banderías". En homenaje a un cuento de Borges decide llamar al periódico "EL OTRO"

GABRIEL GARCÍA MÁRQUEZ EN LA ACTUALIDAD

Se ha retirado de la vida pública por razones de salud: cáncer linfático. Ahora, parece, que cada vez es más grave. Ha enviado una carta de despedida a sus amigos, y gracias a Internet está siendo difundida. Les recomiendo su lectura porque es verdaderamente conmovedor este corto texto escrito por uno de los Latinoamericanos más brillantes de los últimos tiempos.

"Si por un instante Dios se olvidara de que soy una marioneta de trapo y me regalara un trozo de vida, posiblemente no diría todo lo que pienso, pero en definitiva pensaría todo lo que digo. Daría valor a las cosas, no por lo que valen, sino por lo que significan. Dormiría poco, soñaría más, entiendo que por cada minuto que cerramos los ojos, perdemos sesenta segundos de luz. Andaría cuando los demás se detienen, despertaría cuando los demás duermen. Escucharía cuando los demás hablan, y cómo disfrutaría de un buen helado de chocolate! Si Dios me obsequiara un trozo de vida, vestiría sencillo, me tiraría de bruces al sol, dejando descubierto, no solamente mi cuerpo sino mi alma. Dios mío, si yo tuviera un corazón, escribiría mi odio sobre el hielo, y esperaría a que saliera el sol. Pintaría con un sueño de Van Gogh sobre las estrellas un poema de Benedetti, y una canción de Serrat seria la serenata que les ofrecería a la luna. Regaría con mis lágrimas las rosas, para sentir el dolor de sus espinas, y el encarnado beso de sus pétalos... Dios mío, si yo tuviera un trozo de vida... No dejaría pasar un solo día sin decirle a la gente que quiero, que la quiero. Convencería a cada mujer u hombre de que son mis favoritos y viviría enamorado del amor. A los hombres les probaría cuán equivocados están al pensar que dejan de enamorarse cuando envejecen, sin saber que envejecen cuando dejan de enamorarse! A un niño le daría alas, pero le dejaría que él solo aprendiese a volar. A los viejos les enseñaría que la muerte no llega con la vejez, sino con el olvido. Tantas cosas he aprendido de ustedes, los hombres... He aprendido que todo el mundo quiere vivir en la cima de la montaña, sin saber que la verdadera felicidad está en la forma de subir la escarpada. He aprendido que cuando un recién nacido aprieta con su pequeño puño, por vez primera, el dedo de su padre, lo tiene atrapado por siempre. He aprendido que un hombre sólo tiene derecho a mirar a otro hacia a bajo, cuando ha de ayudarle a levantarse. Son tantas cosas las que he podido aprender de ustedes, pero realmente de mucho no habrán de servir, porque cuando me guarden dentro de esa maleta, infelizmente me estaré muriendo."

Actualmente se dice que trabaja en sus memorias (que posiblemente se llamarán Vivir para contarlo) y en tres novelas. Una de ellas cuenta la historia de un hombre que morirá al escribir la última frase. García Márquez tiene la extraña sensación de que puede ocurrirle lo mismo que a su personaje. Tal vez por ello, la novela avanza lentamente...

BIOGRAFÍA

Nace en el departamento costero de Magdalena en Colombia el domingo 6 de marzo de 1928 a las 10 de la mañana. Allí nació aquel día el primero de los once hijos que el boticario y telegrafista del pueblo con la hija del coronel Nicolás Márquez. Le pusieron de nombre Gabriel José. Su niñez está relatada en sus memorias VIVIR PARA CONTARLA.

NIÑEZ

Sus primeros nueves años lo paso en los pasillos de la casa de sus abuelos maternos, descubriendo a muchos de los personajes que luego vivirán en la casa que García Márquez fue construyendo y que ahora se conoce al nombrar sus calles, que llevara al origen de Macondo.

Gabriel García Márquez es quizás quien más claramente configuró su viaje a la semilla a través de un lenguaje propio y unos personajes que mostraban su propia historia dentro de su complejidad social geográfica e histórica.

Macondo era entonces una aldea de 20 casas de barro y cañabrava construidas a la orilla de un río de aguas diáfanas que se precipitaban por un lecho de piedras pulidas, blancas y enormes como huevos prehistóricos. El mundo era tan reciente, que muchas cosas carecían de nombre, y para mencionarlas había que señalarlas con el dedo.

JUVENTUD

Curso estudios secundarios en San José a partir de 1940 y finalizó su bachillerato en el Colegio Liceo de Zipaquirá. Lugar del que guarda recuerdo sombrío y dolorosos y donde, paralizado por la nostalgia de Aracataca, nunca llegó a integrarse. Desde ese periodo y de ese lugar cuenta García Márquez: "Zipaquirá era una ciudad fría, con techos de teja desgastada y el colegio, un gran internado donde vivíamos doscientos trescientos niños…… los sábados y los domingos había salida, pero no me movía del edificio, porque no quería enfrentarme con la tristeza y el frío del pueblo, Durante esos años pase encerrado la totalidad de las horas libres despachando libros de Julio Verne y Emilio Salgari. Seguramente esos años de soledad, reclusión y lecturafueron decisivos para su futura vocación de escritor. El 12 de diciembre de 1946, se matriculó en la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional de Cartagena el 25 de febrero de 1947, aunque sin mostrar excesivo interés por los estudios. Estudia los cinco cursos de Derecho algunos en Bogota y otros en Cartagena, donde se había trasladado su familia, se hace amigo del poeta Álvaro Mutis no se llega a graduar porque según él confiesa "me aburría a morir esa carrera" lo más importante que le pasó, es el encuentro con las personas mas decisivas de su vida: Camilo Torres quien luego será cruelmente asesinado y Plino Apuleyo unos de sus mejores amigos intimo.